lunes, 22 de octubre de 2012

Proceder ante un rechazó de tratamiento



El objetivo de la Medicina no es sólo combatir la muerte, sino luchar contra la muerte prematura y la muerte inoportuna y, cuando ello no es posible, evitar el dolor y el sufrimiento para permitir una muerte tranquila.
Juan Gómez Rubí


Proceder ante un rechazó de tratamiento

Todos los individuos tienen derecho a recibir atención médica sin importar sus condiciones económicas, culturales, sociales, etc.; de tal modo en la práctica médica los profesionales de la salud se enfrentan a diversos dilemas, dilemas que obedecen a dos ideas básicas: el derecho de los enfermos a decidir sobre los tratamientos y las opciones clínicas como parte del principio de libertad y autonomía individual (no inicio o retirada de medidas de soporte vital), y el deber de la sociedad y de los profesionales de intervenir en el proceso de la muerte y en las decisiones asistenciales relacionadas con la misma (cuidados paliativos, eutanasia y suicidio asistido).
Las decisiones sanitarias son ahora mucho más complejas y dificultosas que antaño por el respeto a la autonomía personal y por la innovación bio-tecnológica que ha convertido en una posibilidad real el alivio del sufrimiento los problemas no siempre son los mismos y algunos tienden a ir cambiando conforme avanza la propia medicina.
Hoy prácticamente nadie defiende una prolongación dolorosa de la vida o un encarnizamiento terapéutico, y sin embargo hace algunos años éste era mucho más frecuente.

Los Cuidados Paliativos son la asistencia total y activa de aquellos pacientes que padecen una enfermedad que no responde al tratamiento curativo. Se orientan a controlar su dolor, otros síntomas molestos y sus problemas psicológicos, sociales y espirituales. Su objetivo es procurar conseguir una mejor calidad de vida para los enfermos y sus familiares y se sitúan en un marco ético de notable calidad e incluso de excelencia moral: la solidaridad con el enfermo que sufre, poniendo la Medicina a la búsqueda de su bienestar hasta el final, sin que ello suponga alargar ni acortar la vida.
Los principios de la Bioética que regulan la relación sanitaria se originan en una ética civil, pluralista y racional basada en tradiciones morales y médicas descritas por Aristóteles, Hipócrates, Galeno, Maimónides, Paracelso, Kant, Osler, entre otros.









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